La isla capital de las Maldivas cuenta con multitud de edificios altos y estrechas calles, todo rodeado de rompeolas. Los adictos a las compras pueden probar las delicias de Male en los mercados locales, que están a rebosar de productos frescos e ir a Chaandanee Magu para adquirir souvenirs de la zona, como dhonis tallados en madera, réplicas en miniatura de los barcos que navegan esas aguas. La Mezquita del Viernes, de cúpula dorada, se destaca sobre el paisaje, mientras bajo el agua las riquezas de los atolones atraen a los entusiastas del buceo del mundo entero.